¿Se oxida el aluminio?

Muchos creen que el aluminio no se oxida. Esto es cierto en parte. Aunque el aluminio no se oxida como el hierro, puede corroerse. Crea una capa defensiva que detiene los daños posteriores. Cualquiera que desee utilizar el aluminio de forma eficiente, especialmente en el campo de las industrias en las que se valora mucho la robustez, debe conocer este proceso.

Índice

Qué es el óxido y la corrosión?

El óxido es cualquier aspecto rojizo o anaranjado que se forma en el hierro y el acero. Ocurre cuando estos metales entran en contacto con el agua y el oxígeno. Como resultado, el metal se debilita y pierde su capacidad de mantenerse unido. A diferencia del hierro o el acero, el aluminio no puede oxidarse de la forma que conocemos, sino que sufre corrosión.

La corrosión actúa sobre los metales mediante la reacción con elementos presentes en el medio ambiente como los productos químicos, el agua y, por último, el oxígeno. Por lo tanto, el metal puede debilitarse con el paso del tiempo, provocando daños finales y, posiblemente, la ruina. Así, el óxido de aluminio forma una capa protectora cuando se expone al aire para evitar una mayor corrosión. Esta cualidad ha hecho que los materiales de aluminio sean muy populares en muchos casos por su resistencia a la oxidación, ya que a menudo se encuentran en aplicaciones marítimas y oceánicas.

¿Puede oxidarse el aluminio?

¿Se oxida el aluminio?

El aluminio no se oxida como el hierro, especialmente cuando se coloca en el exterior. Este caso particular ocurre porque el aluminio no es uniforme en sus reacciones de oxígeno. Incluso en agua salada, el aluminio forma una capa fina y dura de óxido de aluminio. Ésta sirve de barrera para que el componente metálico que se encuentra debajo no sufra más deterioro.

La razón por la que el aluminio no se oxida, a diferencia del acero, se debe a su composición química. El aluminio, fundido en aleaciones, se oscurece al máximo en condiciones climáticas adversas. El óxido requiere hierro para reaccionar con el oxígeno, del que carece el aluminio. A diferencia de esto, con un toque de sal, la capa exterior de aluminio comienza a oxidarse lentamente formando una protección de doble propósito.

El óxido de aluminio y el óxido de hierro (que se encuentra en el acero) difieren mucho. La alúmina policristalina crea una capa de protección que protege el papel de aluminio o materiales similares de los elementos. El óxido de hierro no protege el material. Por otro lado, el óxido de hierro ayuda al oxígeno a captar más profundidad, lo que intensificará el daño.

Así, la reacción única del aluminio al oxígeno, incluso en entornos agresivos como el agua salada, impide que se oxide. Esta propiedad única forma la capa de óxido que actúa como cubierta y se diferencia así del hierro y el acero, cuya longevidad disminuye debido a la oxidación.

¿Necesitamos prevenir la corrosión del aluminio?

La corrosión del aluminio tiene algunos efectos negativos, como la debilitación de la estructura y la pérdida de belleza. Los materiales de aluminio también se debilitan, lo que afecta a su vida útil y a su uso. De este modo, aumentan los costes de mantenimiento, ya que hay que sustituir los productos antes de lo previsto, por lo que es fundamental tratar la corrosión lo antes posible.

Para evitar que el aluminio se corroa, se pueden utilizar varios métodos. Mantener el metal en condiciones secas y limpias limitará su exposición a los agentes corrosivos. Además, los revestimientos protectores como la pintura o el anodizado pueden proteger las superficies de aluminio. Además, el mantenimiento y las revisiones periódicas ayudarán a detectar los primeros signos de corrosión y evitar daños mayores.

La elección de la aleación adecuada es fundamental para minimizar la corrosión del aluminio. Algunas aleaciones resisten mejor que otras las distintas condiciones ambientales. Por ejemplo, cuando se trata de aplicaciones expuestas al agua salada, se recomiendan aleaciones con alta resistencia a la corrosión sobre cualquier otro tipo. Por consiguiente, el asesoramiento de expertos o la consulta a los fabricantes puede ayudar a los compradores a elegir la aleación adecuada en función del entorno de aplicación previsto para obtener buenos resultados.

Conclusión

Para disfrutar plenamente del vasto potencial del aluminio en durabilidad y resistencia que requieren las aplicaciones, se debe reconocer su comportamiento único frente a la corrosión y tomar las precauciones necesarias.

Llámenos para que le ayudemos con su proyecto a evitar la corrosión; le mostraremos cómo sobrevivir incluso en el entorno más duro. Permítanos mantenerlo en funcionamiento durante más tiempo mientras se mejora la eficiencia.

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